Después de tanto tiempo pensando en no querer, en no sentir algo especial por una persona, después de poner muros, de decirle a mi cabeza que protegiese mi corazón que no lo dejase actuar como él quisiera, después de ordenarle que no latiese rápido cuando te tenía delante, después de hacerle cambiar de dirección a mi mirada cuando seguía la tuya, después de eso y muchas más cosas, mi corazón decidió no acatar las órdenes, ¿ y qué hizo? latió, latió rápido al verte, le llevo de tal manera la contraria a mi cabeza que ella misma llego a pensar que lo que hacía el corazón estaba bien, y que lo pasado era lo equivocado…pero ¿sabéis que? aprendí algo de todo esto y es que hay que hacer las cosas tal y como las sientes, que tu cabeza no te deje bloquear sentimientos, porque si es así no podrás disfrutarlos, no pensar las cosas, vivir cada minuto como si fuese el ultimo, arriesgar por sentir algo por una persona, tener el valor suficiente para afrontar lo que se sienta y vivirlo, solo hay que vivirlo, no tener miedo a lo que pueda pasar, por que no hay nada peor que perder lo que quieres por miedo a perderlo, porque nadie dijo que fuese fácil, pero sí que merecería la pena…

 Vero