A todos nos gusta aparentar que somos fuertes que no tenemos problemas y que la vida nos sonríe… que podemos con todo lo que nos venga y más, que superamos el ayer y podremos con el presente y el futuro…. afirmamos una y otra vez que somos fuertes y que hemos superado cosas peores, pero en realidad todos sabemos que no es del todo así, que ser fuerte no es ponerte una máscara y aparentar ser la persona más feliz del mundo, ser fuerte es levantarte y asimilar el dolor que sufrimos alguna vez, luchar por eso que hemos querido y queremos llegar, pero esto no se consigue en un día, se consigue con esfuerzo y tiempo, hasta conseguir que lo que los demás piensen de ti no te afecte…pero los humanos somos así no nos gusta esperar y siempre acabamos eligiendo el camino más corto, es mucho más fácil disimular, y por mucho que se diga a todos nos gusta disimular los golpes malos, sonreír delante del espejo y salir a la calle rompiendo el suelo, y si mientras todos ven tu sonrisa y tu mirada segura, nadie ve la realidad que estas rota por dentro…y duele tener que hacer todo esto, pero hay que ocupar el tiempo para no pensar, porque solo el pensarlo hace daño, y llega ese día en el que tú misma necesitas quitarte esa máscara, te pides permiso a ti y aunque te cueste lo haces, sabes que ese día será un día triste, de esos que duelen, donde recuerdas y echas de menos a personas que ya no están o que están pero lejos de ti. Y ese es el día donde tumbada en la cama pones tu música favorita, escuchas canción tras canción, y cada una te recordara una etapa de tu vida, un sentimiento y una manera que tuviste de vivir…lloraras, seguro que lloraras y eso no te hace menos fuerte eso es lo que te hacer ser persona…
Vero
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